Las vidas de grandes hombres nos recuerdan
Que podemos sublimar las nuestras
Y al partir tras de sí, dejan
Huellas en las arenas del tiempo;
Estos soldados valerosos de la cruz cambiaron el mundo en su época. Esperamos que disfruten de algunas palabras de ellos:
Charles Finney
“No puede haber un avivamiento si el Sr. Amén y el Sr. Ojos Llorosos no se encuentran en la audiencia”.
Cuando Charles G. Finney, a mi modo de pensar (y solo soy uno), fue uno de los mayores ministros desde San Pablo. Él afirmó haber ganado millones de almas para Cristo. Dwight Moody en su día… Charles Finney fue un—un abogado, un hombre educado, y era el mensaje de Dios para el mundo en su día, un hombre educado que unió a muchos cientos de abogados.
La Iglesia del Dios viviente (51-0727)
John Knox
“Así como el mundo está cansado de mí, así lo estoy de él”.
“Un hombre con Dios está siempre en mayoría”.
Cualquiera de ellos, uno los busca en las Escrituras y los busca en la historia, y se da cuenta. Martín Lutero, Juan Wesley, San…, Calvino, Knox, Finney, Sankey, los que fueran, fíjense en ellos: salieron de entre esas cosas y permanecieron solos en sus convicciones. Siervos de Dios.
Dios cumple Su Palabra (57-0115)
George Whitefield
“La razón por qué las congregaciones están muertas es porque tienen hombres muertos predicándoles. ¿Cómo pueden hombres muertos engendrar hijos vivos?”.
Piensen en—en George Whitefield, él predicaba tan fuerte y tan alto que lo podían escuchar a dos millas de distancia, predicando el mismo Evangelio que Uds. están escuchando ahora mismo.
Oruga, saltón, revoltón, langosta (53-0612)
Charles Spurgeon
“Nadie puede hacerme un favor más grande en este mundo que orar por mí”.
“Pensé que podía pasar de la tierra al Cielo de un salto cuando por primera vez vi mis pecados sumergidos en la sangre del Redentor”.
¿Qué de Lutero, Calvino, Knox, Wesley, Spurgeon, Sankey, Finney, a lo largo de la edad? Han sido hombres que se pararon solos en sus convicciones de la resurrección del Hijo amado del Dios viviente. Así es.
La prueba infalible de la Resurrección (57-0114)
Martín Lutero
“He tenido mucho en mis manos y lo he perdido todo; pero lo que he puesto en las manos de Dios aún lo poseo”.
Noten, un hermoso tipo. En la primera reforma, hubo un hombre pequeño llamado Martín Lutero, a quien le fueron abiertos los ojos a la Escritura. Y supo que el justo por la fe vivirá. Y la Columna de Fuego comenzó a salir de entre esos mil quinientos años de las edades oscuras, y Martín Lutero vio la Columna de Fuego moverse, hizo resonar la trompeta del Evangelio y salió con ella, edificó bajo ella.
Haced en el valle muchos estanques (53-0609E)
Smith Wigglesworth
“Este bendito Libro produce tal vida, salud y paz, y tal abundancia que nunca más deberíamos ser pobres”.
“Antes de Dios poderme traer a este lugar, Él me ha quebrantado miles de veces”.
Hace cincuenta años, el Espíritu Santo bajó en Inglaterra. Un poco después vino George Jeffreys, y F.F. Bosworth, y Charles Price, Smith Wigglesworth, esos grandes guerreros de la fe, hace cincuenta años, y le ofrecieron a Inglaterra el avivamiento del Espíritu Santo. Pero ¿qué hicieron ellos? Se rieron de ellos, los encarcelaron, los llamaron locos, pensaron que habían perdido la mente. Las iglesias rehusaron que la gente viniera a oírlos. Y ellos sanaron a los enfermos y echaron fuera demonios e hicieron grandes obras. Y por cuanto Inglaterra, como nación, rechazó el Evangelio, se sabe de sus—sus pecados por todo el mundo.
¿Es su vida digna del Evangelio? (63-0630E)
F.F. Bosworth
“Crea en sus creencias y dude de sus dudas”.
¿Cuántos llegaron a conocer al Hermano F. F. Bosworth? Él está más alegre esta noche que nunca antes. Está en la gloria. El soldado valeroso, uno de los maestros Bíblicos más sobresalientes en la sanidad Divina que conocí en mi vida… He leído de muchos grandes hombres y he leído su historia. He oído que tenían una pequeña tacha aquí y una manchita en contra aquí y una pequeña tacha por aquí; pero jamás oí una declaración ni nada contra F. F. Bosworth. Fue un hombre que vivió lo que enseña la Biblia. Fue la persona más honesta y recta e irreprochable que he conocido.
La reina del sur (58-0125)
Dwight Moody
“Entréguele su vida a Dios; Él puede hacer más con ella que usted”.
Entonces pienso en hombres grandes y destacados que murieron, creyendo en nuestro Señor Jesucristo y Su resurrección. Pienso, aquí, en—en D. L. Moody, en su muerte, dicho por muchos. “Pues, ¿es esto la muerte?”. Dijo: “Este es mi día de coronación”.
Id, dad las nuevas (53-0405S)
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